Economía | Este viernes se concretó el traspaso total de las acciones de la agroexportadora, dando origen a la denominada “Nueva Vicentin Argentina”. El cambio de control pone fin a una extensa disputa judicial y abre el camino a un plan de reactivación con inversión inicial.
El prolongado concurso preventivo de Vicentin registró este viernes el hecho más relevante desde la homologación del salvataje: se efectivizó el traspaso del 100% de las acciones de la compañía al Grupo Grassi, en cumplimiento de la resolución judicial que validó el resultado del cramdown y dispuso el cambio de control societario.
La instrumentación del traspaso marcó el nacimiento formal de la denominada “Nueva Vicentin Argentina”, que queda ahora bajo la conducción de capitales nacionales. Este proceso concursal se extendió por casi seis años, desde el default declarado en diciembre de 2019, con deudas superiores a los 1.500 millones de dólares.
Junto con la transferencia accionaria quedó conformado el nuevo directorio de la empresa, integrado por Mariano Grassi como presidente, Leandro Salvatierra como vicepresidente y Hugo A. Grassi como director. De esta manera, la nueva conducción quedó plenamente habilitada para asumir la gestión operativa y avanzar con la ejecución del plan aprobado en sede judicial.
El traspaso concretado es consecuencia directa de la resolución que días atrás homologó la propuesta presentada por el Grupo Grassi, validó las mayorías certificadas por la sindicatura y rechazó las impugnaciones formuladas por acreedores y competidores, entre ellos la alianza Molinos Agro–Louis Dreyfus Company. Con esa definición, el expediente dio por cumplidas las condiciones previstas en el artículo 48 de la Ley de Concursos y Quiebras, habilitando la transferencia del capital social sin instancias adicionales.
Vicentin había solicitado el concurso preventivo en febrero de 2020, tras caer en default a fines de 2019. Desde entonces, el caso se convirtió en uno de los más complejos y emblemáticos del sector agroindustrial, atravesado por conflictos judiciales, intentos fallidos de expropiación y una extensa puja entre oferentes.
En un comunicado difundido tras la formalización societaria, la empresa señaló que este paso “marca el nacimiento de la Nueva Vicentin Argentina”, construida sobre el compromiso de sus trabajadores y el impulso de un grupo empresario con integración ciento por ciento de capitales argentinos. Además, indicó que la nueva etapa estará signada por el trabajo, la transparencia y el crecimiento, con el objetivo de volver a posicionar a la firma como un actor relevante del sector.
Con el control ya efectivizado, la nueva conducción puso en marcha un plan de reactivación que incluye una inversión inicial cercana a los 40 millones de dólares, destinada a recomponer la operatoria industrial y comercial. El esquema contempla la continuidad de los activos históricos, la recuperación de plantas clave como Ricardone y San Lorenzo, y el Nodo Norte vinculado a la industrialización de granos y biocombustibles.
Con este paso, el concurso de Vicentin entra en su tramo final y comienza a cerrarse uno de los capítulos más prolongados y complejos del negocio agroexportador argentino, dando lugar a una nueva etapa para una empresa emblemática del entramado productivo y exportador del país.