Economía | Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo de carne vacuna, aviar y porcina registró alzas interanuales de hasta 8,5% en 2025. La leve mejora del poder adquisitivo impulsa la demanda, aunque los precios continúan en alza.
Luego de un 2024 signado por la contracción en las ventas y el ajuste del consumo, el mercado cárnico argentino muestra sus primeros signos de recuperación. Un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) revela que los tres principales segmentos del sector —bovino, aviar y porcino— experimentaron incrementos interanuales que alcanzan hasta el 8,5%, en un contexto de leve recomposición del poder adquisitivo y reactivación económica.
La carne vacuna retoma terreno
De acuerdo con la BCR, el consumo aparente de carne vacuna llegó a 1,6 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 7% frente a 2024 y se ubica 2% por encima del promedio de los últimos cinco años.
Este repunte está directamente vinculado con la mejora en la actividad económica, que en agosto creció un 2% interanual, y con un leve alivio en la pérdida de ingresos reales de las familias.
Sin embargo, los precios siguen presionando al bolsillo: el precio promedio de la carne vacuna se ubicó en $12.357 por kilo, con una suba interanual del 58,4%, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Pollo y cerdo, en máximos históricos
El pollo fue el segundo protagonista del repunte: entre enero y agosto se consumieron 1,4 millones de toneladas, el volumen más alto desde 2016.
En tanto, la carne porcina alcanzó 573.000 toneladas, con un incremento del 8,5%, consolidándose como la tercera fuente de proteína animal del país.
En materia de precios, el pechito de cerdo promedió $7.394 por kilo (+37,7% interanual), mientras que el pollo, más estable, se ubicó en $3.808 (+34,4%).
Un consumo total en alza
En conjunto, el consumo total de carnes en 2025 rondaría los 113 kilos por habitante, lo que implica una suba del 3% respecto del año anterior. Aunque el poder de compra aún no se recupera plenamente, la tendencia marca un cambio positivo tras varios trimestres de caída.
El huevo, el sustituto más elegido
El informe también destaca un fenómeno paralelo: el consumo récord de huevo, que llegó a 380 unidades por persona al año, impulsado por su bajo costo y accesibilidad.
Según la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA), el 30% de los hogares aumentó su consumo en el último año, reflejando una búsqueda de alternativas más económicas ante la inflación alimentaria.
Un cambio de ciclo moderado
Aunque los datos de la BCR y el IPCVA reflejan un repunte generalizado, los analistas advierten que el escenario aún es frágil.
La estabilidad de precios, la evolución del salario real y el poder de compra del consumidor serán determinantes para sostener esta incipiente recuperación del consumo interno de carnes en lo que resta del año.