Sociedad | Este lunes a las 15:19 hora oficial argentina, el Servicio de Hidrografía Naval (SHN) confirmó el inicio astronómico de la primavera con la llegada del equinoccio, el fenómeno que marca la igualdad en la duración del día y la noche en todo el planeta.
Aunque culturalmente se asocia al 21 de septiembre, la fecha exacta del inicio de la estación puede variar según la posición del Sol respecto de la Tierra.

El equinoccio, cuyo nombre proviene del latín aequinoctium (“noche igual”), ocurre dos veces al año: en marzo, anunciando el otoño, y en septiembre, dando comienzo a la primavera en el hemisferio Sur.
Un fenómeno astronómico único
La particularidad del equinoccio radica en que los rayos solares inciden de manera perpendicular sobre la línea del Ecuador, generando aproximadamente 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.
Esta alineación es posible gracias a la órbita terrestre y la inclinación de 23,5 grados de su eje.
Es importante diferenciarlo de los solsticios: estos marcan la llegada del invierno y el verano, cuando se producen el día más corto y el más largo del año, respectivamente.
En cambio, los equinoccios señalan transiciones equilibradas entre estaciones.
Primavera en el Sur, otoño en el Norte
Mientras que en el hemisferio Sur comienza la primavera, con días más cálidos y luminosos que se extenderán hasta el solsticio de verano en diciembre, en el hemisferio Norte este mismo fenómeno anuncia la llegada del otoño, caracterizado por temperaturas más bajas y el tradicional cambio en el color y caída de las hojas.
Más que ciencia: un símbolo cultural
Más allá de su relevancia astronómica, la primavera está íntimamente ligada a la floración, el renacer de la naturaleza y las celebraciones al aire libre.
Cada año, distintas regiones del país acompañan este ciclo con actividades culturales, festivales y propuestas turísticas que hacen de esta estación una de las más esperadas.
La primavera 2025 ya está en marcha: un nuevo ciclo de luz, color y vida se abre paso en Argentina.