Fútbol | Estudiantes de La Plata superó 2 a 1 a Platense para quedarse con el Trofeo de Campeones. Dos goles de Lucas Alario alcanzaron para dar vuelta la historia que había comenzado favorable al “Calamar” con el gol de Zapiola.
Dio la sensación de que el encuentro les resultó incómodo a ambos conjuntos, tanto por la fecha en la cual cayó dentro del calendario de ambos como por todo lo que estaba en juego respecto a las siguientes finales.
El trámite empezó eléctrico, con chances para los dos. Estudiantes tuvo dos, con los disparos de Edwuin Cetré y Ezequiel Piovi que contuvo Federico Losas. El “Calamar”, por su parte, respondió con una guapeada de Ignacio Schor que no presentó problemas para Fernando Muslera.
Pero a partir de allí, todo cambió. La pierna fuerte se hizo protagonista, ante el notorio cansancio físico y mental de los futbolistas, y el partido se volvió cortado y sin claridad.
Pareció pasar factura el calor, y el hecho de que uno no jugaba hace un mes y tuvo que cortar su pretemporada para el encuentro (Platense), y que el otro viene de una larga definición hace apenas una semana (Estudiantes).
Recién sobre el cierre del primer tiempo, hubo otra para destacar, con el tiro libre de Edwuin Cetré que desvió Mainero, y Losas tapó a puro reflejo. Así se fueron al descanso.
El “Marrón” arrancó un poco más despierto el complemento y logró romper la paridad. Fue a los 4’, cuando Saborido mandó un lateral directo al área, nadie pudo sacarla, y Franco Zapiola la empujó en medio de la confusión.
El “Pincha” respondió con un cabezazo de Santiago Núñez que obligó el esfuerzo del portero "Calamar", y luego con tres cambios juntos para revitalizar el ataque.
Adentro José Sosa, Eric Meza, Lucas Alario y Fabricio Pérez, que le devolvió la frescura al equipo. La búsqueda surtió efecto, ya que los de Domínguez lograron hacer más ancho el terreno y meter contra su propio arco a Platense.
A los 34' llegó la explosión con el centro cruzado de Cetré, la aparición de Fabricio Pérez para bajarla por el segundo palo, y el ingreso en soledad de Lucas Alario para convertir.
Con la igualdad, Estudiantes aceleró aún más en su intento por evitar el alargue. Merodeó el área rival y complicó a un Calamar que se defendió con tripa y corazón.
Y en ese momento de pura tensión, volvió a aparecer Lucas Alario para convertir en un córner y dar vuelta la historia. Así, Estudiantes logró quedarse con el Trofeo de Campeones de manera agónica.
Con mística, entrega y la aparición de su goleador en el momento indicado, superó a un voluntarioso Platense, que dejó todo.