Martes 30 de Mayo, 06:56

Claves para una calefacción segura que evite intoxicaciones

Sociedad | La llegada de las bajas temperaturas obliga a calentar los hogares. Para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono hay que seguir consejos básicos.


Con la llegada de las bajas temperaturas, las intoxicaciones por monóxido de carbono se vuelven más frecuentes debido al incremento en el uso de calefactores y otros artefactos para combatir el frío. Además, en esta época del año, es común que las puertas y ventanas permanezcan cerradas, impidiendo la entrada de aire fresco y la salida de gases tóxicos que se acumulan en el interior de los hogares.

Por lo tanto, es crucial prestar atención a los posibles síntomas y tomar medidas de precaución para evitar la exposición a este gas mortal.

El monóxido de carbono es un gas tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones, se acumula en el torrente sanguíneo y desplaza al oxígeno, disminuyendo la capacidad de las células para utilizar el oxígeno que necesitan. Esto afecta principalmente al cerebro y al corazón.

En Argentina, según la Guía de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de las intoxicaciones por monóxido de carbono, aproximadamente 200 personas mueren cada año como resultado de estas intoxicaciones, y se estima que se producen alrededor de 40,000 casos clínicos, siendo la mayoría de ellos prevenibles y evitables.

Cualquier artefacto que utilice combustibles como gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, madera o plásticos puede generar monóxido de carbono cuando se queman de manera incompleta en un ambiente con poca concentración de oxígeno y ventilación inadecuada.

En los hogares, los principales generadores de monóxido de carbono son los calefones, termotanques, calderas, estufas, braseros, salamandras, cocinas, anafes, calentadores, parrillas a leña o carbón, y hornos a gas o leña.

Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono desde el Cuerpo Activo de la Asociación de Bomberos Voluntarios Basavilbaso recomiendan observar algunas medidas de prevención y estar alerta ante determinados síntomas:

-Revisar periódicamente las instalaciones de gas: si se observa una llama de color amarillo o anaranjado en las hornallas o estufas, o la aparición de manchas de hollín o decoloración alrededor de los artefactos o sus conductos de evacuación, es necesario llamar urgentemente a un especialista para evitar la generación de gases en el hogar.

-Mantener abierta la ventilación: a pesar del frío, es importante ventilar la casa abriendo puertas y ventanas para permitir la entrada de aire fresco.

-Precauciones durante el sueño: nunca se debe dormir con la estufa encendida dentro de la habitación, ya que esto puede provocar la acumulación de gas durante las horas de sueño.

-Instalar detectores de monóxido de carbono: es fundamental contar con detectores en funcionamiento en el hogar para alertar sobre la presencia de este gas tóxico. 

El monóxido de carbono, un gas altamente peligroso e invisible, representa una amenaza para la salud durante los meses de bajas temperaturas. A diferencia de otros gases, el monóxido de carbono carece de color, olor, sabor e irritación de las mucosas, lo que dificulta su detección.

Una vez inhalado, este gas puede provocar síntomas que a menudo se confunden con los de otras enfermedades, por lo que es crucial estar alerta y tomar las medidas de precaución adecuadas. Dolores de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, visión borrosa y dolor en el pecho son algunos de los síntomas que pueden manifestarse como resultado de la exposición o intoxicación por monóxido de carbono.

En casos más graves, pueden presentarse convulsiones y pérdida del conocimiento.

Se debe tener en cuenta que ciertos grupos de personas son más vulnerables a los efectos del monóxido de carbono, entre ellos se encuentran los niños, las mujeres embarazadas, los adultos mayores, los fumadores y aquellos que padecen enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Ante cualquier sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, es fundamental actuar de manera inmediata y buscar atención médica de emergencia en el hospital o centro médico más cercano. Cada segundo cuenta cuando se trata de esta intoxicación potencialmente mortal.