Política | La CGT dispuso paralizar actividades por 24 horas en rechazo a las políticas económicas oficiales. Trenes, bancos y aeropuertos, entre los servicios afectados, mientras los colectivos seguirán circulando.
La Confederación General del Trabajo (CGT) lleva adelante este jueves su tercer paro nacional contra el gobierno de Javier Milei, en un contexto de creciente tensión entre el movimiento obrero y el oficialismo.
La medida, que comenzó a la medianoche y se extenderá por 24 horas, cuenta con el respaldo de los gremios más representativos del país, incluyendo estatales, docentes, bancarios, camioneros y empleados aeroportuarios.
La única excepción notable es la Unión Tranviarios Automotor (UTA), cuyos choferes de colectivos continuarán prestando servicio.
La central obrera exige la reapertura de paritarias sin límites, mejoras en las jubilaciones y la reactivación de la obra pública, en un marco de deterioro del poder adquisitivo y pérdida de empleos.
Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, advirtió que el modelo económico actual solo genera "caída de ingresos y mayor pobreza", durante su participación en la movilización de jubilados frente al Congreso este miércoles.
El paro afectará principalmente los servicios de trenes y subterráneos, mientras que los colectivos urbanos mantendrán su circulación. También se verán interrumpidas las actividades en bancos, puertos y aeropuertos, con fuertes restricciones en la atención al público.
Uno de los sectores más movilizados es el de los adultos mayores, que reclaman por la actualización de haberes y bonos frente a una inflación.
Daer señaló que el ajuste impulsado por el gobierno "socava el sustento social" y profundiza la crisis en los sectores más vulnerables.
La protesta marca un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el sindicalismo y la administración de Milei, en un escenario donde las negociaciones parecen lejanas y el conflicto social se intensifica.
