Economía | El calor extremo que se vivió a fines de enero y principios de febrero afectó la cosecha de soja y maíz, por lo que este año la producción no será como se la esperaba.
La reciente ola de calor experimentada a finales de enero y principios de febrero ha tenido un impacto significativo en la producción de soja y maíz, lo que resultará en una cosecha menor a la esperada para este año.
La Bolsa de Comercio de Rosario había previsto inicialmente una "súper campaña" para ambos cultivos, sin embargo, las altas temperaturas han cambiado drásticamente las expectativas.
Según un informe de la Bolsa, la producción de soja se proyecta ahora en 49,5 millones de toneladas, por debajo de las estimaciones iniciales.
El calor extremo, que se prolongó desde el 17 de enero, ha causado daños significativos en la soja de primera, provocando el aborto de chauchas y reduciendo el potencial de rendimiento en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Además, la soja de segunda también ha sido afectada, con pérdidas de hasta el 60% en los rendimientos y una estimación de 750,000 hectáreas no cosechables en la región pampeana.
En cuanto al maíz, las proyecciones también han sido ajustadas a la baja, con una caída del 3,4% desde las estimaciones de enero.
Se espera una producción de 57 millones de toneladas para el ciclo 2023/24, debido principalmente al impacto negativo de la ola de calor en las áreas productoras.
En resumen, las condiciones climáticas adversas han alterado las expectativas de producción de soja y maíz para este año, evidenciando la vulnerabilidad del sector agrícola frente a fenómenos climáticos extremos.
