Sociedad | Cada diciembre, desde hace más de una década, una familia del populoso barrio decora su vivienda para las Fiestas. Es ya tradición para mucha gente pasar para verla y sacarse fotos.
En el corazón del barrio Oeste de Basavilbaso, la esquina de Urquiza y Belgrano se transforma en un rincón mágico gracias al esfuerzo y dedicación de Malena Azcurrain y su familia.
Por más de una década, cada fin de año, esta vecina ejemplar sorprende a la comunidad con hermosos decorados para recibir la Navidad.
Acompañada por sus hijas y nietas, Malena convierte su hogar en un oasis de luz y color que ilumina la esquina y el espíritu de los vecinos.
La tradición comenzó hace más de diez años, y desde entonces, se ha convertido en una cita esperada por la comunidad de Basavilbaso.
La esquina de Urquiza y Belgrano se convierte en un punto de encuentro para los vecinos, especialmente para los niños que, con ilusión, dejan sus cartas a Papá Noel en este lugar lleno de encanto y magia navideña.
El esfuerzo de Malena y su familia no solo embellece el barrio, sino que crea momentos especiales para todos aquellos que se acercan a disfrutar de la temporada festiva.
Malena Azcurrain, con su iniciativa, demuestra cómo el espíritu navideño y la generosidad pueden transformar un rincón de la comunidad, inspirando a otros a compartir la alegría y la magia de la Navidad.
Su contribución anual se ha convertido en un tesoro local que ilumina no solo las calles de Basavilbaso sino también los corazones de quienes lo visitan.
