Viernes 27 de Marzo de 2015, 15:14

Prosigue la causa por el caso de la Escuela fumigada en Colonia Santa

| En el marco de una causa que investiga la fumigación aérea a la Escuela Nº 44 se informó que los peritos bioquímicos "al momento de abrir los recipientes que contenían las muestras con hojas, se liberaron sustancias urticantes que produjeron ardor y picazón en ojos y nariz", y reconocieron que el laboratorio no cuenta "con los recursos analíticos necesarios".

La Campaña "Paren de Fumigar Escuelas" y la seccional Uruguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), siguen de cerca la causa que se inició en diciembre de 2014, luego de que se rociara -el 4 de diciembre pasado- con agrotóxicos a la Escuela 44, cuando la docente Mariela Leiva y los estudiantes se encontraban en el establecimiento. La Escuela ubicada en la zona rural, entre San Marcial y Santa Anita, fue fumigada, situación que fue denunciada judicialmente, y en el marco de las medidas de prueba requeridas por el Dr. Mario Arcusin se requirieron pericias de laboratorio, efectuadas sobre la orina y sangre de la docente y los alumnos, y sobre restos vegetales y de agua del lugar. El por entonces Fiscal Pablo Bur se ocupó personalmente de retirar las muestras, tomadas en el hospital "Sagrado Corazón de Jesús" y trasladó en un móvil de la Policía provincial a la División Química Forense y Toxicológica de la Policía de Entre Ríos para que informe sobre la presencia de agrotóxicos. Los colegas de Análisis Digital revelaron que el informe, que lleva la firma de la bioquímica de la Policía, María Gastiazoro y de la Oficial bioquímica y especialista en Toxicología, Juliana Herrera, sólo refiere a las muestras de orina, y se aclara que "la metodología utilizada sólo permite detectar presencia y no cantidad, lo cual implica que ciertas especies tóxicas no sean reveladas", aunque eso tampoco "significa que potencialmente no puedan hallarse en las muestras". "No se evidenciaron los plaguicidas de las familias de pesticidas clásicos que son detectables en muestras biológicas", se sostiene y continúa: "en el caso de sospecharse Glifosato, Paraquart, Diquat, se hace necesario contar con otros recursos analíticos por lo que las muestras deben ser derivadas a otros centros para su análisis". El texto de la evaluación de laboratorio "finaliza informando que las muestras quedan reservadas en el freezer en esa División". En cuanto al informe correspondiente a los vegetales y el agua, que lleva la firma de la bioquímica María Gastiazoro, dice: "en el momento de abrir los recipientes que contenían las muestras con hojas, se liberaron sustancias urticantes que produjeron ardor y picazón en ojos y nariz del personal del laboratorio". Reitera que "no se evidenciaron los plaguicidas de las familias de pesticidas que son detectables en muestras biológicas", y que la metodología utilizada sólo permite detectar presencia y no cantidad, "lo cual implica que ciertas especies tóxicas no sean reveladas", aunque eso "no significa que potencialmente no puedan hallarse en las muestras". También se recalca que el laboratorio "no cuenta con la metodología específica para determinar la presencia de herbicidas tales como Glifosato, Paraquat y Diquat". En este contexto y con tales resultados, "la Fiscal Melisa María Ríos solicitó informes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Concepción del Uruguay", con el objetivo de confirmar "si la fumigación que se realizó sobre la Escuela 44", y si fue "con arreglo a la normativa vigente". Además, que precisen "qué productos se utilizaron y si la maquinaria se encuentra habilitada". También se requirió a la Secretaria de Producción que informe "si esta fumigación fue notificada en tiempo y forma; al Servicio Meteorológico Nacional sobre las condiciones del tiempo; y al médico forense para que diga si los síntomas y/o lesiones que presentó la docente son compatibles con las producidas por los plaguicidas". El Dr. Arcusin opinó que el caso "va en camino de ser un ejemplo de lo que se debe hacer cuando se vulneran los derechos humanos" y por lo cual resaltó que "no siempre los pedidos de un querellante son atendidos como lo fueron en este caso por el Fiscal Pablo Bur, que ahora dejó la Fiscalía para ser Secretario del Juzgado, y quien lo reemplazó, la Dra. Ríos". El abogado, en diálogo con RIEL FM, lamentó que la Provincia no cuente con los recursos para afrontar los costos de analizar las muestras en un laboratorio privado, y sugirió que "hay plata para muchísimas cosas menos importantes que estas, que e ni más ni menos que saber que tienen en la sangre para saber que antídoto deben suministrarles". "Aplaudo todo lo que se está haciendo desde el Juzgado, se que mucho de eso tiene que ver con las ganas que le pusimos (Mariela Leiva, el Dr. Roberto Lescano y yo), y por ello la causa llegó muy lejos, pero no llegó todavía hasta donde tiene que llegar...", afirmó el Dr. Arcusin. Y agregó: "si no nos preocupamos de que los análisis se hagan podemos convertirnos en cómplices de un delito, al dar a conocer esta situación evitamos que se oculte y poniendo en evidencia a los que tienen las "armas" para conseguir los recursos para afrontar los costos (de los análisis)...eso exige urgencia, porque es nada más y nada menos que para saber que recibieron en su sangre chicos y una docente, lo que no debe ser poca cosa ya que cuando los técnicos en Paraná abrieron la bolsa donde estaban las muestras sufrieron la irritación de los ojos y las mucosas".