| Este sábado fue particularmente sofocante, con temperaturas muy elevadas, las más altas del mes, hasta que comenzó a llover, y desde entonces se registra un notorio descenso de las marcas térmicas. En la ciudad hubo una breve pero fuerte tormenta eléctrica y en algunos sectores cayó granizo, pero felizmente no se registraron daños.
El sábado 29 de noviembre se recordará por sofocante. Desde muy temprano se registraron temperaturas altas, y con "ayuda" de vientos del cuadrante Norte, la jornada fue claramente para estar al reparo o en ambientes refrigerados.
36.2 grados fue la temperatura máxima, registrada a las 16:22, una marca que no sólo fue la más alta del día sino del mes. Pero la Sensación Térmica fue aún más alta: 41.7 °C.
Con el correr de las horas el cielo se fue "cargando" de nubes y cuando comenzaba la noche el cielo ofrecía un espectáculo único, pero además peligroso por las fuertes descargas. Cargados nubarrones se "descargaron" en un par de chaparrones, y en algunos sectores de la ciudad hasta fueron acompañados de granizo.
La lluvia paró poco antes de las 21 momento en que se registró una nueva tormenta eléctrica, por cierto más intensa que la anterior, y que provocó que los que transitaban las calles de la ciudad se apresuraran en buscar un refugio. Y nuevamente la lluvia se hizo presente, con breves pero abundantes chaparrones. Así se despediría el sábado, con 14 milímetros pero con un marcado descenso de temperatura.
Entrada la madrugada se producirían las más copiosas precipitaciones, por momentos torrenciales. Claramente se podía ver el desplazamiento del fenómeno al sector Este, luego nos reportarían en la zona rural de Villa Mantero y en la mismísima "tierra santa" lluvias torrenciales y abundante granizo.
En la ciudad Defensa Civil se mantuvo en alerta, con personal del Servicio Sanitario Municipal, Obras y Servicios Públicos y Bomberos Voluntarios. Afortunadamente no hubo mayores dificultades, las calles por momentos lucía como ríos, pero una vez que mermó la intensidad o dejó de llover todo volvió a la normalidad.
Reportes desde la vecina Villa Mantero afirman que llovieron en pocas horas más de 130 milímetros, y que en horas de la madrugada "fue muy abundante la cantidad de granizo que cayó". Las "piedras" eran de un tamaño menor, pero la "impresionante cantidad que cayó no dejó quinta sana", resumió un oyente de la radio de Basavilbaso.
