| El religioso celebró una Misa de Bendiciones frente a una gran cantidad de fieles, quienes se congregaron en el gimnasio del "Poli", para recibir su bendición.
Como en cada oportunidad que llega a la ciudad del riel (la primera vez fue en abril del 2006) el Padre Juan Diego Escobar reunió a cientos de fieles católicos provenientes de distintos barrios de la ciudad y localidades vecinas que lo acompañaron en el rezo del Santo Rosario, y desde las 18:30 de la Misa de Bendiciones. La impronta del religioso, nacido en Colombia (en Medellín el 13 de mayo de 1958), y que desde hace unos años está al frente de la iglesia “San Lucas Evangelista”, de Lucas González, diócesis de Paraná, convirtió a la reunión en una alegre manifestación de fe.
El religioso, que pertenece a la Cruzada del Espíritu Santo, la misma congregación de la que el padre Ignacio Peries es director general, dijo sentirse feliz por visitar la ciudad del riel, y particularmente agradeció la calidez con la que lo recibió el Padre Raúl Läderach.
Mientras no pocos fieles aseguran que Juan Diego tiene el don de curar a los enfermos él afirma: “el único que sana es Cristo”. “Él (Cristo) está”, afirmó ante los files que colman las instalaciones del gimnasio “Ronaldo Piccini” del polideportivo municipal de Basavilbaso.
“Es un sacerdote lleno de energías positivas...cumple con creces la misión de ayudar a los que sufren”, aseguró una vecina de Urdinarrain que llegó -según nos dijo- para agradecer que su esposo mejorara de un problema de salud.
“Dios los bendiga al Padre Juan Diego y a quienes hicieron posible que hoy esté en “Basso”. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de participar de una celebración encabezada por él y estoy feliz, muy feliz, de estar aquí para dar gracias y pedir por la salud de mi hijo”, dijo otra señora que cargaba una bolsa con botellitas de agua para que sean bendecidas.
“Las misas del Padre Juan Diego son hermosas. Están llena de alegría”, nos dijo una mamá que cargaba una criatura y que admitió buscaba que el el sacerdote de su bendición a la criatura que está padeciendo un problema de salud.
Pero ante los dichos de los fieles sobre que es un “cura sanador” el religioso afirma “es el Señor el que nos ha conducido por este camino de imponer las manos, no es que hayamos nacido con ese don, es nuestro Padre que nos ha dado esta misión de ayudar a los que sufren”.
