Tensión entre obreros y dirigentes gremiales del Sindicato de l

La policía debió desplegar un operativo frente al Sindicato para brindarle un marco de seguridad ya que el ambiente estaba muy caldeado por la presencia de gente que apoyaba al sector oficial que habría llegado desde Buenos Aires. Calle San Martín de La Histórica era un verdadero caos vehicular debido a la protesta de los empleados. Personal de Tránsito de la municipalidad uruguayense tuvo que desviar la circulación por calles aledañas. Los automovilistas no entendían lo que sucedía y algunos se detenían para observar dificultando aún más el tráfico. Muchos de los vecinos entornaron las puertas de sus viviendas para observar con detalle el revuelo que se había desatado por el reclamo de los trabajadores. Luego de mantener cortada la calle por una hora y ante la difícil situación los afiliados solicitaron que se labre un acta notarial. Gabriel Garnier, encargado de asistir en la conformación de dicha acta indicó a La Prensa Federal, que “Hay un grupo de personas dentro del sindicato que los compañeros afiliados identifican como ajenos a la institución. También se encuentra otro grupo de personas que son identificados como provenientes de la provincia de Buenos Aires, traídos desde la Federación”. A continuación explicó que “el grupo de afiliados que quiere ingresar al sindicato a participar de la asamblea, se encuentra con que la asamblea para 900 afiliados fue convocada en una sede sindical de dimensiones escasas e insuficientes. Antes de la asamblea todas las sillas estaban ocupadas por gente extraña y todos los afiliados afuera. Además, hay un grupo de personas afuera, provocando la violencia traídos expresamente de Buenos Aires”. Debido a esto los afiliados “solicitaron que se labre un acta notarial”. [b]Operativo policial[/b] La situación llevó a la policía a desplegar un operativo de seguridad sobre calle San Martín y Rivadavia que contó con unos 15 efectivos. El jefe de la Policía Departamental Uruguay, comisario mayor Ariel Bardallo, se hizo presente en el lugar para dirigir el operativo y según informó a este medio “hay una asamblea extraordinaria convocada por el Sindicato de la Carne, para tratar la situación de algunos empleados. Según los que nos dicen acá, hay gente del Sindicato que está esperando para entrar a votar y también hay gente que ha venido de afuera apoyando a la parte oficial”. Consultado si las personas que apoyaban la parte oficial impedía el ingreso a los trabajadores, indicó que “estas personas se encuentran a un costado de la puerta y no impide el paso. Nosotros hemos dispuesto personal para que todo se desarrolle dentro de la total normalidad”, expresó. Uno de los representantes de los trabajadores manifestó que va a “recorrer los diferentes sitios donde se puedan hacer los reclamos necesarios. Movernos para que nos escuchen porque no es justo que pidan la expulsión de los delegados de los dos frigoríficos”. [b]Precedentes del conflicto[/b] El conflicto parece haber entrado en una instancia de difícil solución. El malestar se hace sentir desde hace varios meses y llegó a tener momentos de extrema violencia. El pasado 13 de marzo se radicó la denuncia policial luego de que balearan el frente del domicilio del secretario general del Gremio de la carne. Los problemas empezaron el 3 de marzo cuando un grupo de empleados del frigorífico Fepasa realizaron una movilización y escrache a la sede local del Sindicato de la Carne, porque acusaban al gremio de haberlos abandonados en sus reclamos. Pasaron los días y el clima se enrareció aún más, de las palabras pasaron a la acción. Tanto desde el gremio como de un grupo de trabajadores que responden al delegado obrero, Manuel Alberto Paredes, presentaron denuncias en la Jefatura Departamental. Desde el lado obrero dicen que uno de ellos fue agredido por el secretario general del Sindicato, Sergio Vereda; y desde el lado sindical aseguran que el gremialista fue agredido verbalmente por estos trabajadores y que incluso le dispararon con armas de fuego en el frente de su domicilio particular. De estas graves denuncias tomó intervención la jueza Estela Natal de Rebossio, a cargo del Juzgado de Instrucción Nº2. A raíz del ataque a tiros, el pasado 21 de marzo personal policial, por orden de la Justicia realizó allanamientos en dos domicilios de barrio Santa Teresita, donde secuestró dos rodados que estarían relacionados a una denuncia por abuso de armas Se trata de un Ford Fiesta, blanco y un Fiat Uno, que estarían relacionados con la investigación que todavía se lleva a cabo. Fuente: La Prensa Federal.